La baja calidad de la educación chilena y su intolerable desigualdad son acaso los temas más peliagudos, punzantes y urgentes que tendremos que solucionar como nación si aspiramos sinceramente al desarrollo. Al finalizar el régimen militar, la educación aparecía postrada. Pero sus fallas datan de más atrás y se han mantenido durante los veinte años de gobiernos de centroizquierda hasta hoy.
Las cifras y datos son incontestables. Las pruebas internacionales de medición educativa dejan a Chile muy por debajo de los países avanzados y, en lo que respecta a la equidad, vamos incluso para atrás. Los resultados ponen un freno a cualquier posibilidad de competir y crecer en un mundo globalizado, y hacen peligrar el progreso de los ciudadanos en valores como la solidaridad, la democracia, el rigor y el respeto por los derechos de los demás.
Se acabó el recreo, de Mario Waissbluth, es un alegato valiente, profundo e informado sobre la situación de la educación en Chile y América Latina. En sus páginas el autor desnuda, con un estilo directo y sin aspavientos, los graves problemas de la educación y recoge además el origen y las innovadoras propuestas de uno de los movimientos ciudadanos más prometedores de nuestra historia reciente: Educación 2020. Un libro destinado a remecer y entusiasmar.
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